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El verano es una época del año muy esperada por todos,  ya que hace buen tiempo, los días son más largos y nos cogemos vacaciones. Sin embargo, muchas veces está emoción por disfrutar nos puede jugar una mala pasada a la hora de ir a la piscina o a la playa y no tener cuidado cuando nos damos un baño, ya que durante el verano se producen un elevado número de casos de ahogamiento por agua.

Por ello, queremos mostraros unas pautas a seguir en caso de presenciar un ahogamiento y poder ayudar a la persona.

Lo primero que hay que hacer si vemos que una persona se está ahogando es buscar al socorrista, ya que él sabrá que protocolo hay que seguir en estos casos. Si se da el hecho de no encontrarle o de que la ayuda tardará en llegar debemos hacer los siguiente:

• Ir en busca de la persona, teniendo antes en cuenta nuestra seguridad en el agua, ya que si no sabemos nadar o no somos muy buenos nadadores, no haríamos más que empeorar la situación.
• Una vez que hemos logrado sacar a la persona del agua, tenemos que seguir estas pautas que os mostramos a continuación.

Como se puede ver en la gráfica lo primero que debemos hacer es analizar al paciente y el lugar donde nos encontramos para evitar imprevistos y garantizar la seguridad, de esta forma podemos comprobar con tranquilidad si el paciente está consciente o no. En caso de que persona esté consciente debemos permanecer con ella hasta que llegue la ayuda mientras nos aseguramos de que no se produzca ninguna complicación, es en caso contrario debemos realizar la apertura de las vías aéreas , oír y sentir, si vemos que el paciente respira permanecer con él.

Tras esta parte, si  el paciente no respira es cuando debemos  comenzar a realizar la resucitación cardiopulmonar básica, por otro lado si poseemos el DESA  lo usaremos directamente para reanimar a la persona.