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Hoy 15 de septiembre se celebra el día mundial del linfoma, iniciativa que pretende concienciar a la  población sobre  esta enfermedad, aprendiendo a reconocer sus síntomas y permitiendo así un diagnóstico precoz, salvando vidas.

Cada año se diagnostican en el mundo 350.000 nuevos casos y fallecen unas 200.000 personas debido a la enfermedad. Reconocer sus síntomas al inicio no es fácil, ya que el cansancio, la fiebre o la inflamación de los ganglios linfáticos se pueden confundir con otras patologías, como por ejemplo gripe o fatiga.
Los síntomas más frecuentes del linfoma son:
• Hinchazón indolora en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuerpo, pueden sentirse en el cuello, la zona de la clavícula, ingles o axilas.
• Disnea
• Picazón persistente en todo el cuerpo sin causa aparente o sarpullido.
• Inflamación en las amígdalas.
• Dolor de cabeza.
• Fiebre, sobre todo por la noche.
• Sudores, escalofríos o cambios de temperatura.
• Pérdida de peso inexplicable.
• Pérdida de apetito.
• Fatiga y cansancio inusuales.
• Tos persistente.

Como ya hemos indicado anteriormente estos síntomas pueden confundirse con otras enfermedades menos graves y generalmente padecerlos no significa que el paciente tenga linfoma, pero lo más recomendable es acudir al médico para un reconocimiento y salir de dudas.

En la mayoría de los casos, el aumento de los ganglios linfáticos es el resultado de una reacción a infecciones y no debido a un cáncer. Sin embargo, el médico puede sospechar de un linfoma al encontrar ganglios linfáticos aumentados durante un reconocimiento físico o a través de una radiografía u otra prueba de imagen a falta de otra explicación razonable, como por ejemplo infección en una zona cercana. En ese caso, las primeras pruebas que se realizarán serán para diagnosticar un linfoma o descartarlo. En el caso de confirmarse la existencia del linfoma, se realizarán otros exámenes para conocer la extensión de la enfermedad, lo que se conoce como estadificación del linfoma.
Diagnóstico definitivo: La biopsia ganglionar.
Mediante esta exploración se observa al microscopio el tejido del ganglio u otro órgano afectado, como un hueso, un pulmón, hígado… Puede realizarse usando una aguja especial que atraviesa la piel hacia el tejido que contiene el posible linfoma (generalmente con anestesia local) o extirpando quirúrgicamente (con anestesia general) un ganglio linfático o una pequeña porción de otro tejido (por ejemplo del pulmón o hígado) del que se cree que tiene una alteración.
Esta prueba no produce grandes molestias, sobre todo si se trata de un ganglio externo, y son muy pocas las veces en las que es necesario estudiar ganglios internos u otros órganos del cuerpo como el estómago o el hígado.
La biopsia es la única técnica válida para diagnosticar el linfoma y conocer su tipo exacto, y resulta absolutamente imprescindible para determinar el tratamiento a que seguir.
A estos métodos de diagnóstico hay que añadir el TAC (tomografía axial computarizada) o scanner de tórax, abdomen y pelvis, la evaluación del líquido céfalo raquídeo y el PET (tomografía con emisión de positrones).

En algunos casos concretos, también se puede pedir RM (resonancia magnética), gammagrafías, fibrogastroscopía, fibrocolonoscopía o fibrobroncoscopía.

El estudio de estadificación:
El objetivo de este estudio es conocer la extensión de la enfermedad, realizando las siguientes exploraciones:
• Tomografía axial computarizada (TAC) o escáner de tórax, abdomen y pelvis
• Análisis de sangre
• Radiografías de tórax
• Biopsia de la médula ósea

En algunos casos también se realizan:
• Resonancia magnética.
• Fibrogastroscopia, fibrocolonoscopia o fibrobroncoscopia.
• Gammagrafías

Estas pruebas revelarán de qué tipo de linfoma se trata, así como el grado de afectación de los órganos y el estadio de la enfermedad, estableciendo el tratamiento más adecuado a seguir en cada caso concreto.

En Grupo Scanner Vizcaya puede realizarse este tipo de pruebas para prevenir la enfermedad, ofrecemos el mejor servicio de alta calidad, seguridad y comodidad para el paciente, con los más actuales avances tecnológicos y equipos de última generación

Centros donde realizamos RM (Resonancia Magnética):

Centros donde realizamos TAC (Tomografia Axial Computarizada):

Centros donde realizamos PET (Tomografía por Emisión de Positrones):