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Existen diferentes tipos de cáncer de mama, siendo el inflamatorio el menos común. Debido a esto y a su rápido crecimiento, en muchas ocasiones, se detecta cuando ya se encuentra ampliamente desarrollado, siendo más difícil su curación. El PET/TAC se ha definido como una buena técnica para adelantar el diagnóstico y determinar la agresividad del tumor en fases iniciales.

Esta técnica combinada es capaz de detectar metástasis que se encontraban ocultas para las técnicas convencionales.

“The Journal Nuclear Medicine” ha publicado un estudio que revela la precisión de esta técnica combinada a la hora de detectar esta clase de carcinoma inflamatorio, en comparación con las técnicas convencionales. Los autores de este trabajo realizaron un estudio retrospectivo de 41 mujeres con edades entre los 25 y los 71 años (una media de 50).

Como aclara el documento, la Tomografía por Emisión de Positrones o PET ofrece información a nivel celular, mientras que la Tomografía Axial Computerizada (TAC), consigue imágenes anatómicas del interior del cuerpo. Primero se realiza el TAC y, seguido, tras inyectar al paciente un fármaco radioactivo (FDG), se realiza el PET. La glucosa presente en el fármaco, atraerá a las células cancerígenas y las zonas en las que se acumule este azúcar serán, muy probablemente,  áreas tumorales.

Wei-Tse Yang, especialista del centro oncológico M.D. Anderson en Houston (Texas, EEUU) y uno de los principales autores de la investigación, explica que “aproximadamente, un 20% de los pacientes con carcinoma inflamatorio presentaban metástasis amplias y distantes en el momento del diagnóstico. La media de cinco años de supervivencia de los afectados que se han sometido a la actual terapia multidisciplinar (quimioterapia, mastectomía y radioterapia) se sitúa entre un 20% y un 40%, una supervivencia entre los 12 y los 36 meses”.

En el momento de realizar este examen, todas las mujeres presentaban hinchazón y cambios en la piel de la mama. Este tipo de cáncer se caracteriza por un enrojecimiento, calor e hinchazón del pecho, debido al bloqueo de los vasos linfáticos por las células cancerígenas. Sin embargo, en el 63% de los casos no se palpó ninguna masa evidente de tumor.
Esta técnica detectó metástasis ocultas.
En comparación con otras pruebas de diagnóstico, la técnica combinada de PET/TAC detectó, en 21 pacientes, metástasis en una fase muy temprana; once de estas mujeres (27%), presentaba la enfermedad en diversas localizaciones; y nueve (22%) de ellas, sólo en una zona.

Entre otros descubrimientos, el PET/TAC señaló una alta implicación de los nódulos de las axilas. En general, parece que la técnica combinada resultó de mayor eficacia que las diferentes pruebas de diagnóstico que se suelen utilizar, aunque se dio un caso de falso positivo.

“Casi la mitad de los pacientes de nuestro estudio (49%) tenía metástasis distantes en la fase inicial y un 17% (…) de ellas se habían mantenido clínicamente ocultas y no evidentes bajo las pruebas de imagen básicas”, explican los autores del estudio.

En este aspecto, los especialistas insisten en la importancia de seguir realizando ensayos para contrarrestar estos datos. “Si son validados, el coste de un estudio con PET/TAC de estos pacientes equivaldría al coste total de escanear múltiples órganos. Además, sólo se necesita una visita al hospital y se disminuye el tiempo de toma de imágenes”, concluyen.

Grupo Scanner Vizcaya cuenta en su centro Radiología Clínica Vizcaya, con un PET-TAC, modelo BIOGRAPH 6 de la casa SIEMENS. Con este tipo de tecnología se consigue fusionar las imágenes de un PET con las de un TAC-TC, consiguiéndose entre otras ventajas una mayor localización anatómica de las lesiones malignas.